domingo, 7 de enero de 2018

El secreto de la productividad


Mi hermana Mildred es una ingeniero industrial especializada en el mejoramiento continuo de los procesos, que es una parte de un vasto sector de la gerencia moderna empeñada en una Gerencia de Calidad Total, un sistema que inventaron los japoneses para hacer que sus productos fueran los más competitivos en los mercados mundiales, estamos hablando de los años 70 del pasado siglo.
Mildred trabaja para una de las más grandes industrias de papel de los EEUU en una superfábrica en Texas, y cuando digo superfábrica no exagero, me dice que tienen una máquina, debajo de un enorme galpón que mide un cuarto de milla de largo, y esto es solo una parte de un complejo industrial que parece una pequeña ciudad.
Esta corporación hace infinidad de productos, tiene fábricas alrededor del mundo y sus ganancias son astronómicas, sus acciones se cotizan en la bolsa, su desempeño es vigilado por innumerables personas, instituciones y órganos del estado, de modo que tiene que responder por su actividad productiva.
Algo que siempre me ha maravillado de la cultura norteamericana es su capacidad de traducir toda actividad humana a términos de costos, de ganancias, de dinero, que tiene una gran ventaja sobre todas los demás consideraciones aplicables a las cosas y actividades, y es que obligatoriamente se cuantifica, está sujeto a un sistema de administración y que uno de sus principales atributos es el valor.
Pues bien, mi hermana se fue a vivir a los EEUU desde principio de los ochenta, luego que se graduó de ingeniero en la UCAB de Caracas (siempre me dice que la educación que allí recibió no tiene que envidiarle a ninguna universidad del mundo), hizo su especialización en la universidad en Michigan, se casó, tuvo su hijo (mi sobrino Sam), y enviudó, siempre trabajó en su área, y siendo una de las mujeres más inteligentes que conozco, manejó desde una represa hidroeléctrica que le vendía electricidad a varios distribuidores de Canadá y USA, estuvo involucrada con la división de productos médicos para hospitales de una de las empresas de aparatos eléctricos más grandes del mundo, fue la ingeniero en jefe de la mayor planta productora de queso parmesano de los EEUU, y en estos momentos, es la encargada de mejoramiento continuo de las plantas de la región central de USA, para esta corporación que hace productos terminados de papel.
Ella trata de venir todos los diciembre para reunirse con nosotros, como se lo podrán imaginar es una mujer sumamente ocupada, viaja mucho y la tienen en muy alta estima en la empresa, conversando con ella me entero que es una Black Belt (Cinturón Negro, como en el Karate) de algo que se llama Lean Six Sigma) y que pronto será una Master Black Belt, que es el tope de la especialización en esa disciplina.
Lean es la palabra en inglés para designar alguien o algo sin excesos, delgado, en forma, en el ambiente de mejoramiento continuo, Lean significa eliminar todo deshecho, lo que no sirve, para lograr un producto o servicio de calidad, y Six Sigma que es la reducción de la variación en los procesos (el número seis, acompañado de la letra griega, que en estadística significa el proceso que apenas produce 3.4 defectos por un millón de oportunidades) hasta en esas magnitudes se reduce los errores o variación del proceso.
En la formula, Lean acelera el proceso de producción, y Six Sigma soluciona problemas y mejora el proceso, haciéndolo más eficiente y productivo, esta metodología compiten con las ISO, las PDSA y otras fórmulas de control de calidad que existen en el mercado, las cinco fases del sistema son: definición (del problema), medición (de los procesos), análisis, mejoras y control.
Mildred es para las fábricas como un Dr. House que diagnostica y corrige los problemas que ponen en riesgo la productividad de las empresas, una de las muchas herramientas que existen para lograr este propósito es el Lean Six Sigma, que es en éste momento, una fiebre entre la alta gerencia de las empresas, pues da resultados, eleva la productividad, pone orden en el proceso y genera ganancias, que es lo principal.
El Lean Six Sigma está imbricado por la cultura japonesa, ser un Master Black Belt significa ser un maestro, y su principal función es coordinar, enseñar a los black y green belts que existan en la empresa, Toyota es la cuna de este método de calidad continua, y General Electric y Motorola han sido las empresas en USA, pioneras en esta fórmula que empezó como Lean Four Sigma, y ya va por seis.
Este método de calidad es muy difícil que lo enseñen en universidades e institutos, se pueden enseñar los aspectos teóricos, estudiar las herramientas de trabajo que por lo general son estadísticas, comprender los pasos del proceso pero si el alumno no está involucrado directamente y en vivo, en la cadena de producción, enfrentado el día a día del trabajo, de los detalles que se involucran en la fabricación de un componente o de todo el aparato o servicio, no hay manera de que llegue muy lejos.
Me cuenta Mildred que en su caso, la alta gerencia detecta un problema en una de sus fábricas, el proceso tiene retrasos, o consume demasiado en materiales, o no entrega a tiempo a los clientes o tiene demasiado inventario inmovilizado en los almacenes, todo lo cual produce perdidas, o simplemente el consumidor no está satisfecho con el producto, la llaman y la envía al sitio, con plenos poderes.
Allí es atendida como una abeja reina, le proporcionan todo lo que pudiera necesitar, convoca a todos los gerentes del área, luego a los técnicos y trabajadores y empieza unas sesiones de trabajo en grupo, el truco del sistema es que la solución al problema por lo general la dan los mismos empleados que son justamente los que más conocen del proceso, la habilidad del Cinturones Negros está en conducir al equipo a solucionar ellos mismos el problema, y es aquí donde me comenta, que uno de sus principales tareas es convencer a la gente que ella puede ayudarlos, que tiene el conocimiento suficiente para llevarlos a buen puerto, las personas cualificadas en este sistema hacen algo muy especial con la estructura de la empresa, les inyectan confianza y lo más importante, transparencia.
Lo primero es examinar la línea completa de máquinas y procesos involucrados, en este punto se hacen videos, se consiguen todos los planos de las máquinas y pisos de trabajo, se examina el proceso con lupa, anotando todo lo ordinario y extraordinario, se hacen mesas de trabajo, todos participan, opinan y proponen, se toman los tiempos de ejecución, las transformaciones de la materia prima, los agregados y componentes, las condiciones ambientales, los costos para cada actividad, responsables, líneas de supervisión, pasos del proceso… todo esto se transforma en cartas de flujo, diagramas de Pareto, gráficas y estadísticas, las cuales se comparan con el historial de la sección y muy pronto va surgiendo una primera impresión de cuáles son los problemas.
En las reuniones las opiniones de los empleados se recogen en encuestas donde le asignan un valor a cada problema, se escuchan sugerencias, se hacen los ajustes, pruebas y simulacros, a veces incluso se hacen recomendaciones a los fabricantes de las máquinas para que mejoren una pieza, o un software o se le añadan componentes, cada problema es revisado y probado, todo lo que se hace se agrega a las estadísticas que son las que al final, soportan todo el trabajo.
La gerencia es muy estricta en cuanto al tiempo, este tipo de intervenciones son costosas y afectan la productividad, el problema más complejo debe ser resuelto en menos de 120 días- me dice mi hermana- y si no puedo encontrar el problema o la solución, simplemente lo digo.
Si se meten in Internet se van a encontrar con una serie de instituciones y personas muy reconocidas que dan estos cursos, son caros, no bajan de los 4.000 Us$, hay asociaciones y confederaciones de este sistema en el mundo entero, sus profesionales son muy buscados y bien pagados, la mayoría de las empresas los cultivan como si fueran placeres de ostras productoras de perlas, esto, debido a que los forman dentro de sus procesos productivos, uno de los resultados más importantes de aplicar este método de control de calidad, es que limpia y simplifica los procesos haciéndolos muchos más coherentes y eficientes.
Este es un proceso continuo, luego que el Black Belt ha hecho su trabajo, continua monitoreando la actividad, visitando las instalaciones y perfeccionando la productividad, para un gerente de grandes empresas de productos masivos, la calidad es algo que siempre puede mejorarse, en la entrega, en el empaque, en los componentes, en la garantía, en la vida útil del producto, en el precio, en sus usos… las posibilidades son infinitas.
Las empresas japonesas y norteamericanas se han situado a la vanguardia de la calidad y la productividad, precisamente por inventar y perfeccionar estos sistemas de gerencia avanzada, que sin duda alguna, vamos a necesitar en el país, tan pronto salgan estos comunistas ladrones del poder.  –   saulgodoy@gmail.com




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