miércoles, 20 de septiembre de 2017

De cómo casi se perdió Latinoamérica


El hecho de que el socialismo en Venezuela haya degenerado como lo hizo en un régimen tiránico de horror como lo es el chavismo-madurismo, le dio a esta ideología un puntillazo de muerte del que dudo se pueda recuperar, el desprestigio y el exceso cometidos por Cuba en Venezuela no pudo llegar en peor momento para los intereses de la izquierda latinoamericana.
El haber puesto en evidencia los lazos entre el narcotráfico y la revolución, la corrupción de empresas como la Odebrecht que desde Brasil financió a los gobiernos comunistas, la red de intereses del Foro de Sao Paulo que tocaba no solo a los movimientos sociales emergentes, sino a toda la estructura de partidos socialistas en la región, le quitó el piso político que tanto le costó construir a los hermanos Castro.
La Habana jamás se paseó por el escenario de convertir a Venezuela en una vitrina de desaciertos, errores, impunidad y crimen, de hecho, fue algo de lo que nunca tuvieron control, la ineptitud y la voracidad sin fondo de los indisciplinados socialistas venezolanos, terminaron por hacer del país un escenario mundial de las peores injusticias y la mala práctica de la administración socialista, mucho más llamativa que la misma Cuba, quien a su pesar, quedó también en evidencia una vez que los Republicanos retomaran el poder en los EEUU, en un coup de grace que nadie esperaba.
Las contradicciones venezolanas, entre ellas arruinar a una de las empresas petroleras más exitosas del mundo, no poder sostener la ilusión de una democracia, acabar con su seguridad alimentaria y convertirse en un problema de salubridad continental, el crimen y la violencia rampante, la migración sin control de los venezolanos, el primitivo y abusador espectáculo militarista del régimen, la censura y la política de soberanía de “porque a mí me da la gana”, terminaron por ser tan notorias, absurdas y de mal gusto, que no hubo manera de ocultar el desastre.
Pero lo peor del fiasco venezolano fue que dejó en evidencia la estrategia largamente acariciada por el castrocomunismo de hacer de Latinoamérica su patio exclusivo por medio de infiltrar las democracias con el socialismo del siglo XXI, es decir, convirtiendo a las fuerzas subversivas en partidos políticos para apoderarse del poder por vía electoral, se inauguraba de esta manera la nueva era de las narcodictaduras.
Tanto el castrismo como el guevarismo transmutaron de la estrategia de la guerrilla y del foco en su lucha armada, por la estrategia que descubrieron las FARC en Colombia del narcotráfico, una estrategia que tuvo su origen en Asia, en el llamado el triangulo dorado de Birmania, Laos y Camboya con el negocio de la heroína.
Para su éxito era necesario el dominio de grandes territorios (zonas de paz) para garantizar la producción extensiva de materia prima (hojas de coca, poppy, marijuana), laboratorios para elaborar la pasta y los precursores de las metanfetaminas, heroína, cocaína, etc., pistas de aterrizaje y aduanas marítimas bajo su mando para la distribución, control de los mercados al por mayor en las principales ciudades de Norteamérica y Europa, el producto final, el dinero sucio, capaz de desestabilizar gobiernos sin disparar un solo tiro.
El plan requería de una gran bolsa de dinero como capital semilla, sería un esfuerzo simultáneo de campañas electorales, de compra de conciencias, de sobornos, de regalos, para poder abrir las puertas del poder a los candidatos socialistas, era necesario activar una serie de movimientos sociales organizados, de huelgas, de paros, de protestas estudiantiles en todo el continente para no darle respiro a la derecha, el único financista posible era Venezuela con su petróleo.
Venezuela fue un laboratorio exitoso de la nueva ruta del socialismo, ganar las elecciones a como diera lugar dentro de los límites de la legalidad permitida, y una vez en el poder iniciar una serie de reformas políticas para quebrarle el espinazo a las fuerzas conservadoras y de derecha, como Venezuela no tenía organizaciones partidistas de derecha, pero sí un poderoso sector financiero, industrial y comercial, se inició un proceso acelerado de regulaciones y amenazas en contra de los dueños de los medios de producción para propiciar una transferencia de los mismos al estado.
La piedra fundamental del plan estaba en las reformas electorales, la ampliación de los períodos presidenciales, la posibilidad de reelecciones indefinidas, coaptar el gasto público para financiar las campañas y el apoyo irrestricto de las FFAA, el control político del parlamento y la política de tolerancia cuando no de ayuda directa a los grupos subversivos, y  por supuesto, el verdadero caballo de Troya, el negocio de drogas ilícitas.
Cada país donde se jugó esta estrategia tenía sus propias características, en Brasil y Chile era imposible contar con las FFAA y destruir al sector privado, por lo que se invirtió en hacer poderoso a los socios del socialismo para competir en igualdad de condiciones, en Argentina sólo se necesitaba financiamiento y apoyo político debido a la cercana relación de los Kirchtner con Chávez, en el transfondo, lejos del mundanal ruido y de la atención de los medios el narcotráfico iba tejiendo su red de corrupción.
En Bolivia, tenían un candidato imbatible según la composición étnica de la mayoría del electorado, en Nicaragua tenían a una figura sobreviviente del sandinismo, en ambos países el narcotráfico era el factor “X”, que ayudarían a corromper la democracia, ambos países se han convertido en enormes lavadores de dinero del narcotráfico, fallaron (políticamente mas no en establecer redes de narcotráfico) en Honduras, fallaron en México, Panamá, Perú, fallaron en los EEUU, ganaron en Uruguay, Paraguay, Ecuador y en la mayoría de los estados caribeños, Chávez, Fidel y Raúl fueron fundamentales en el retorno del comunismo en la región, apoyados por una Casa Blanca que simplemente, durante el gobierno de Obama, los dejó hacer, en la “inocente” creencia, que Cuba podía ser controlada, convertirse en un aliado y no en el más descarnado enemigo de los EEUU.
Chávez al igual que Fidel basaba su discurso en el engaño, haciéndose pasar por lo que no era, utilizando los ideales democráticos como banderas pero destruyendo las libertades en la sombra, instaurando un régimen policial y de terror para controlar las poblaciones de los países.
Pero muere Chávez sin poder doblegar al pueblo de Venezuela, que sí a su establishment político de supuesta oposición, a quienes los revolucionarios manejaba sin problemas para dar la apariencia de ser una democracia, negociaba con ellos, los engañaba, los utilizaba como si fueran radicales de derecha, les hacía trampa, los amenazaba, los sobornaba, los castigaba… el asunto fue, que al pueblo, nunca pudieron comprarlo, todo lo contrario, se le opusieron de tal manera que tuvo que empezar a exterminarlo, y eso no estaba en los planes.
Maduro no trajo sino plagas, exposición y una animadversión en su contra por parte de la comunidad internacional que salpicó a Cuba y no tuvo más remedio que quitarse la careta, Raúl Castro, a su edad, se encuentra en una posición harto difícil con el gobierno de Trump, todas las cartas marcadas están descubiertas, la amenaza real y presente de las FARC convertidas en un partido político, soportado por una inmensa fortuna producto del narcotráfico y la extorsión que tienen guardada en Venezuela, y con la supuesta complicidad del presidente Santos, está a punto de reventar.
La situación político-social en México, donde el socialismo se ha aprovechado de los desaciertos de una derecha que no parece encontrar su equilibrio, con enormes problemas de desigualdad y pobreza, que Cuba a explotado para su beneficio propiciando para que los carteles de la droga infiltren cada resquicio de esa sociedad, preparando un camino revolucionario que pudiera ser muy peligroso para la región, sobre todo para los EEUU.
Pero para colmo de males, las autoridades norteamericanas descubren un ataque sónico en contra de su embajada en La Habana, también descubren un plan de posible sicariato de grupos de la droga para atentar en contra de un senador norteamericano, estas señales de terrorismo local en contra de instituciones fundamentales en Norteamérica van en aumento, y provienen de Caracas y La Habana, son una tendencia que hay que tomar en serio, parecieran existir ciertos sectores dentro del aparato cubano que no responden a los intereses de Raúl y están a la caza de oportunidades de figuración en plena transición del anciano revolucionario, y a sabiendas que la atención de Washington está concentrada en la amenaza de Corea del Norte, igual sucede en Venezuela, Maduro no tiene control de las facciones que integran su entorno, lo que aumenta el peligro.
Los desastres dejados por la temporada de huracanes en el Caribe, y los terremotos en México, se convierten en un enorme reto de asistencia para los EEUU, que ya no puede contar con el soporte que le brindaba Venezuela cuando sus gobiernos eran aliados confiables y Caracas disponía de recursos, Europa reacciona. pero pareciera no ser suficiente.
Pero hagamos un paréntesis y analicemos el porqué países tan aventajados en la diplomacia exterior como Francia, abogan por una negociación con un narcoestado, que pareciera ser la matriz de opinión que impera en Europa ¿Estaría ellos dispuestos a negociar con narcotraficantes, con agentes de la corrupción? Y si la respuesta fuera positiva ¿En qué términos? Los países escandinavos que tienen una gran experiencia en transiciones conflictivas, creo que jamás lo han hecho con una organización criminal, los conflictos étnicos, de subversión, de ideologías, entre civiles y militares, entre señores de la guerra, no son lo mismo que negociar con el narcotráfico y creando un precedente que pudiera marcar este tipo de negociaciones.
El hecho de que la Cuba histórica, esa idealización que tiene la izquierda mundial sobre la revolución fidelista, en nada se parece a lo que hoy existe en esa isla que no es más que un campo de concentración, donde todo un pueblo es explotado como si se trataran de esclavos, y donde el único producto de exportación es la implantación de narcoestados en el mundo ¿Es que no es hora de sincerar la situación y quitarle el velo de virgen a la más prostituida revolución del mundo?
Nos van a poner a nosotros, las víctimas de uno de sistemas políticos más oprobiosos de la historia que está matando de hambre y desahucio al pueblo a negociar con los carteles de las drogas más poderosos y multimillonarios del mundo ¿Para qué? Creo que la actitud debería ser otra, creo que Europa y Norteamérica deberían tener sus ejércitos listos para liberarnos de estos monstruos, a Venezuela y a Cuba, una nueva Normandía pero ahora en el Caribe, y no darles la oportunidad de convertirlos en sujetos políticos, esto debilitaría el futuro de la guerra en contra de las drogas, darle a Maduro y a Raúl Castro la beligerancia política que quieren es un error garrafal.
Es un momento delicado para la región suramericana, hay vientos de inestabilidad creciente y los países aliados parecieran arrastrar los pies en seguir el liderazgo de Trump, a muy pocos parece preocuparles que las narcodictaduras socialistas estén sustituyendo a los gobiernos democráticos de la región, indudablemente que los dos focos de caos continúan siendo Cuba y Venezuela, y ninguno de los dos parecen tener la intención de disminuir su negativo intervencionismo en la región.
Las narcodictaduras, disfrazadas de socialismo del siglo XXI, le roban a la iglesia cristiana sus postulados fundamentales de amor, solidaridad y justicia social para horadar en el alma de los pueblos, es por ello que para el Vaticano es un deber no solo denunciar este peligroso mimetismo, sino convertirse en inquisidor de la fe, pues son los enemigos de la humanidad quienes pretenden hacerse pasar por creyentes, cuando sabemos que provienen de una ideología que niegan a Dios y que su propósito final es destruir la iglesia en la Tierra.
Las narcodictaduras tienen como fin hacer de sus pueblos unos esclavos, corromper sus instituciones, aplicar el método de “plata o bala” en contra de sus opositores, desatar la violencia social y reinar con sus fuerzas paramilitares para proteger sus campos de cultivos, laboratorios, redes de distribución y mercados locales en el corazón de los países desarrollados, enfermando a sus habitantes, destruyendo a sus jóvenes y minando la vida buena del trabajo y la honestidad.
El socialismo que Nicolás Maduro ha implantado en Venezuela, es un depósito de los horrores y depravación más absolutos de unos hombres y mujeres que han perdido su humanidad, pero los sostiene la mentira, las negociaciones, el tiempo que se les obsequia para que se vuelvan a reacomodar y seguir haciendo sufrir a la gente, burlándose de todos los principios y valores a favor del robo y el expolio.
Los EEUU podrían sufrir de consecuencias peligrosas para su seguridad, si permiten que las iniciativas la lleven Cuba y Venezuela, que son parte fundamental de los mecanismo que desatarían el infierno en Colombia y México, creo que es importante detener de inmediato que esta posibilidad sea una realidad, y la única manera de evitarlo es con una respuesta contundente de Washington para neutralizar la amenaza.
Ni Cuba ni Venezuela van a entender las respuestas diplomáticas o de sanciones, estas últimas toman tiempo para que se sientan sus efectos, y tiempo es un recurso muy limitado sobre todo cuando tienen a China y a Rusia revoloteando sobre los restos de estas revoluciones, creo que hay que aprovechar que ambas economías se encuentran muy debilitadas por el fracaso venezolano, que la capacidad de respuesta de ambas naciones están en su mínima expresión, que ambos regímenes tienen una resistencia activa en su contra por parte de sus poblaciones, para que sea efectiva una interdicción que cambie de manera radical las tendencias de poder y puedan retornar a la democracia.
Sólo con una muestra de poder efectivo por parte de los EEUU los demás países del área dejarán la inercia y se sumarán al rescate del subcontinente; en el caso de Venezuela hay que tomar en cuenta que el estamento de los partidos políticos de oposición actual, está del lado de los cubanos y del chavismo, hay que ignorarlos, son los únicos que creen que ellos pueden solucionar el enorme problema de una narcodictadura con una “negociación”, hay que pasar sobre su incomprensión de las circunstancias y de sus limitaciones, hay suficientes elementos de la derecha y conservadores en el país que ya están activos, que luego de esta calamitosa experiencia, jamás le harán el juego de nuevo al socialismo en ninguna de sus formas, y estarán más que dispuestos, en tomar las riendas del país.
La respuesta de la que hablo está dentro de las capacidades de despliegue de los EEUU y consistiría, básicamente, en dejar sin efecto las posibilidades de coordinación de los respectivos regímenes, cercenar el sistema nervioso central de ambos aparatos, simultáneos y de manera definitiva, hay que desactivar la red de inteligencia que Cuba construyó en América latina y dentro de las comunidades hispanas en los EEUU, sobre todo hay que atacar su aparato de comunicaciones y propaganda, ya que sin voz, el espejismo comunista se disolverá en el aire.
Y pienso, si Washington se decide a ejecutar la jugada, sería una clara señal al régimen de Corea del Norte de que el presidente Trump no se anda por las ramas, y que si hay que actuar, no va a esperar por nadie para defender la libertad y sus intereses.
El acta de defunción del castrocomunismo debe darla sin ninguna compasión la fuerza de los EEUU, como único garante de la paz y la civilización en el mundo, nosotros, la gente decente y demócrata, nos ocuparemos de enterrar los resto pútridos de estos regímenes que nos hicieron tanto daño, con el firme compromiso de que nunca más permitiremos que los enemigos de la libertad vuelvan al poder, ni a la fuerza, ni por elecciones.   -   saulgodoy@gmail.com 











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